Para traducir la creatividad en dinero hay que transformarla en innovación, un concepto que enarbolan sólo las compañías más rentables.
ace tiempo que salir a correr dejó de ser una actividad para desconectarse sin presiones, los dispositivos móviles traen programas que ayudan a medir la perfomance del ejercicio.
Nike sigue mejorando su popular aplicación para iPhone agregándole un soporte GPS". Este anuncio publicitario es un ejemplo de empresas que han innovado a través de una alianza que les permite engordar su cuenta de resultados porque, ¿qué tienen que ver unas deportivas con la tecnología? Nike y Apple encontraron la relación que les llevó a participar en la misma carrera, pero con un dorsal diferente. "La creatividad es unir ideas que antes no estaban conectadas. La innovación es ponerlas en práctica", asegura Juan Carlos Cubeiro, presidente de Eurotalent. "La innovación es la parte que genera ingresos", añade Javier Rovira, socio director de Know How y profesor de ESIC. Sobre esta idea Fernando Trías de Bes, profesor de Esade y coautor, junto con Philip Kotler, de Innovar para ganar, puntualiza que "en el mundo empresarial no hay innovación si no hay creatividad. Pero la creatividad sin innovación es inútil y estéril, porque no produce nada relevante".
Gestionar a las personas de manera adecuada es el principio para fomentar una creatividad que puede convertirse en la panacea de cualquier negocio. "Las políticas innovadoras son un estímulo para la creatividad", señala Marta Romo, socia de Be Up, quien considera que el entorno laboral es determinante para que aflore la creatividad. Un ejemplo que aporta Romo es el de Google. "Los empleados de la multinacional dedican un 7% de su jornada laboral a pensar en otras actividades no relacionadas con su trabajo. De estos espacios han surgido ideas que luego se han puesto en marcha y han funcionado como el Google maps o el Google Museum que se lanzará próximamente".
Rovira también ilustra con datos la rentabilidad de este cambio en la gestión. En 2000 Procter & Gamble puso en marcha Connect & Develop, un programa que buscaba la innovación a través de la opinión de proveedores y consumidores sobre sus productos. Ocho años después, el 30% del beneficio operativo de la compañía provenía de iniciativas que se habían desarrollado gracias a las aportaciones de estos stakeholders. Cubeiro asegura que "la innovación es requisito de supervivencia. Quien no innova, muere. Ejemplos de esta lucha por la supervivencia son Energy System, la compañía de reproductores de MP3, MP4, MP5 que más vende en España, por encima de Apple; o la empresa número uno en helados, por delante de Unilever, Helados Alacant. Lanzan nuevos productos cada semana. Organizaciones como Philips consiguen más del 40% de la facturación con productos del último año".
Según el Índice de Innovación 2011, España ocupa el puesto décimo primero en el ránking que encabezan Finlandia, Suecia, Islandia y Dinamarca como países europeos con mayor capacidad de innovación. Para Romo esta diferencia tiene mucho que ver con la flexibilidad en la gestión de personas que se practica en los países nórdicos. "En Europa hay más arraigo al pasado y eso supone un límite para hacer algo diferente, porque existe un legado de cómo se hacen las cosas. No sucede lo mismo en Estados Unidos: en un país joven que se ha construido sobre la innovación, inventar forma parte de su cultura".
¿Qué elementos tienen esas mentes creativas? Aunque cualquier profesional puede tenerla, según Trías de Bes, "son personas inquietas, inconformistas, con poca aversión al riesgo, muy trabajadoras y centradas en su trabajo, nada dispersas".
Se trata entonces de arriesgar. Como señala Rovira, "las organizaciones tienen que crear políticas internas que premien el error como aprendizaje y la innovación". En opinión de Lotfi El-Ghandouri, fundador del Grupo Creative Society, "los prejuicios hacia uno mismo limitan la imaginación. Las empresas que viven del miedo matan la creatividad. Impulsarla significa crear espacios que inviten a la vida y a superarse, es potenciar la creatividad, fomentar la transparencia y el trabajo en equipo porque la creatividad se genera cuando estamos conectados. Si hay una cultura de política, favoritismo y falta de reconocimiento es muy difícil hacerlo. Tenemos que tener el coraje de arriesgar, explorar y experimentar". Pero no se trata sólo de esto, aún hay más. "Tenemos que compartir el poder de decisión y los resultados, los buenos y los malos. Muchas veces compartimos los éxitos, pero dejamos en la mano de una persona la consecuencia de los errores", añade El-Ghandouri, quien considera que el problema de España es su sentido crítico destructivo. "A los españoles se les reconoce fuera como muy activos y con un potencial grande de creación. Pero el español todavía no se lo cree, peca de un exceso de humildad que, por desgracia, le paraliza".
La fuente de la creatividad
Dice Cubeiro que "la creatividad es hija de la libertad, de la autonomía, de la responsabilidad y del espíritu de superación; mientras que la innovación, lo es del márketing, la fabricación y una cultura abierta". Trías de Bes también comulga con esta idea y piensa que "la creatividad tiene más que ver con la cultura empresarial, con los recursos humanos; mientras que la innovación requiere planificación, procesos y recursos para que la creatividad produzca resultados". En opinión de Rovira, el problema se plantea a la hora de transformar las ideas en dinero contante y sonante.
Se habla de la diversidad como una de las fuentes de la creatividad y de la innovación, pero las empresas de nuestro país no se caracterizan precisamente por contar con unas plantillas diversas. Por esta razón, Rovira considera que hay que trabajar la plantilla y darle margen para buscar lo diferente: "Pasamos mucho tiempo en el zoo, pero poco en la selva. Si realmente queremos ver cómo caza el tigre hay que salir al exterior. El ejecutivo y los profesionales de todos los departamentos, no sólo del comercial, tiene que salir de la oficina y observar".
Por este motivo propone que, al igual que muchas organizaciones han instaurado el casual day, establezcan el market day, un espacio obligatorio para crear e innovar con el exterior, incluso con la competencia. "Crear este ambiente puede despertar el abuso de algunos, pero los más comprometidos lo verán como una oportunidad", dice. En cualquier caso supone una forma de hacer una criba interesante.